El papa Francisco arremetió ayer contra "los devotos de la diosa coima" y dijo que la dignidad viene del trabajo digno y honesto.
"Haremos bien en orar por muchos niños y jóvenes que reciben de sus padres el pan sucio: estos también tienen hambre, tienen hambre de dignidad", dijo el Papa argentino en la misa diaria que oficia en El Vaticano, informó Télam. Jorge Bergoglio comparó la corrupción con la dependencia a las drogas: "Comenzamos tal vez con un pequeño sobre, pero esto es como las drogas. Por lo tanto, el hábito a los sobornos puede convertirse en una adicción", alertó desde la residencia de Santa Marta.